¿Sabías que...

...San Pedro cortó una oreja a un romano?

Fue en el huerto de Getsemaní, en el huerto de los olivos, donde Pedro fue testigo de la agonía del buen Jesús. Testigo soñoliento, al que el propio Jesús despertara y le dijera: «Simón, ¿duermes? ¡Aun nos has podido velar una hora conmigo! Llega luego el traidor Judas con lo soldados y servidores para aprender a Jesús.

Pedro quiere defender a su Maestro, saca la espada y corta la oreja de Malco, criado del Pontífice. Jesús empero sosiega el ardor del apóstol, le manda envainar la espada, sana la oreja de Malco y se deja maniatar. Entonces los discípulos le abandonan y huyen medrosos, temiendo por su propia vida.

Sin embargo, Pedro quiere cerciorarse de lo que va a ser de Jesús, quien es llevado a casa de Caifás. Le sigue de lejos, entra disimuladamente en el patio principal, y se acerca a los criados y criadas que estaban calentándose alrededor de una hoguera. Todos le observan. A leguas se notaba que nos era de ahí, pues su facha y ademanes lo demostraban.